1
ansiosos de tu presencia preciosa,
contemplando tu
hermosura oh Dios
desde nuestra
pobreza.
2
Papacito Dios te entrego mi corazón
en momentos de alegría y melodías de amor.
3
Nuestra vida toma armonía de todo color,
cuando nuestro
espíritu está lleno del amor del Señor.
4
porque estoy
seguro que voy a resurgir en tus brazos divinos para nunca más morir.
5
Como dueño de estos pensamientos me refiero solo a lo
eterno, o sea a la vida con el Señor
en un Cielo de
amor y esplendor.
6
Hermanos queridos, tratémonos con amor
y vivamos la vida como le agrada al Señor.
7
Cuando anhelas seguir al Señor de todo corazón,
nada mas
anhelaras ni siquiera una mansión.
8
para los que seguimos al Señor nuestro Salvador.
9
Las palabras de la Escritura nos enseñan a vivir
para llegar a la verdadera vida donde no vamos a
morir.
Cordialmente,
José
Joaquín Agudelo G.
Abril
20, 2006
www.holdingheaven.blogspot.com
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