Hoy quiero hablarles algo de la eternidad. Nosotros tuvimos principio, pero no tenemos fin. Cómo te agradecemos Papa Dios ese regalito de valor infinito! Y como si fuera poco, nos mandaste el Redentor para que todo el que crea en El no se pierda, mas tenga vida eterna. Pero, ¿que es la eternidad? Consideremos un poco de ella. Si un pajarito se tomara una gótica de agua cada cien mil millones de siglos, llegaría a secar toda el agua que hay en el mundo y la eternidad no se ha rebajado ni un segundo, sigue siendo la misma. Lo asombroso es que nosotros somos eternos, no tenemos fin, así quiso el Señor que fuésemos. Por eso es que es tan importante vivir en la santa presencia de Dios porque no tenemos sino uno de dos lugares: Cielo o infierno, y no puede ser los dos a la vez, solamente uno de ellos. El Señor nos dijo que son pocos los que se salvan; duras son estas palabras. Por eso nosotros, el remanente del Señor, tenemos que vivir en santidad hasta más no poder.
La Palabra de Dios nos dice que todo aquel que invocare el nombre del Señor será salvo (Hechos 2:21). Y en Hechos 4:12 dice que en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo dado a los hombres en que podamos ser salvos. Somos tan importantes para que el Dios Creador del universo tomara carne humana en la persona adorada de JESUCRISTO para venir a salvarnos. Sin embargo, es solamente a los que aceptemos, apreciemos, y creamos que El es el verdadero Dios y la Vida Eterna. ¿Quieres recibir a JESUCRISTO en tu corazón? Cuantas cosas mas pudiera decirles, pero por ahora doy por terminado este escrito.
Cordialmente, José J. Agudelo
Mayo 27,2011