VERSOS DE AMOR

                           I

Lo que contemplamos con nuestros  ojos

y palpamos con nuestras manos,

entregamos a nuestro Rey Bendito

toda nuestra mente.

                          II

Deseo hacer silencio Papá Dios

y contemplar tu hermosura,

entregarnos en tus brazos divinos

con inmensa ternura.

                          III

El sol de la vida,

te lo entregamos Papá,

junto con la alegría

que el Señor nos da.

                          IV

Gran felicidad sentimos

cuando pensamos en el más allá

y nos llenamos de ternura

en los bellos campos del Señor.

                          V

Pensar en el Amado

es nuestro gran empeño

deleitarnos con nuestro Rey

es lo más bello y tierno.

                          VI

Sigamos la tarea

del tiempo que nos falta,

no sabemos cuánto es,

pero te lo entregamos

con mucha alegría y encanto.

                          VII

Silencio hermano querido,

vámonos todos junticos,

alabando a nuestro Rey,

porque es lo más bonito.

                          VIII

Es tanta la emoción que siento Papá,

que mi corazón no lo alcanza a comprender,

sólo me voy con Él,

porque no hay nadie igual.

                          IX

Las dificultades del vivir

a todos nos conmueven,

entreguémonos completos,

porque de otra manera no se puede.

                          X

El mundo es el mundo Papá,

y en el mundo estamos,

esto nos hace comprender

que nuestro deleite no es en vano.

                          XI

El ensueño de la vida,

son viajados de ternura,

vámonos con el Señor

deleitándonos con su hermosura.

                          XII

Soñar no cuesta nada,

y soñar con lo divino

es algo tan perfecto,

soñar con lo que vivimos.

                          XIII

Sigamos la luz admirable,

raudales de luz que disfrutamos,

son los pensamientos

que al Señor le entregamos.

                          XIV

Tú eres el Rey del cielo

y de los que te amamos Señor,

glorifícate con nosotros,

porque no encontramos otro mejor.

                          XV

Vivamos el ratico del vivir,

es algo muy hermoso

con sinfonía de colores

y color de rosas.

                          XVI

Revolucionaria está mi vida,

en los campos del Señor,

nuestra vida se convierte

en una dulce canción.

                          XVII

Hoy estamos llenos de esperanza

ante la grandeza divina,

disfrutamos como reyes

de todo lo que nos fascina.

                          XVIII

En el nombre del Señor,

nos llevamos todo por delante,

no queremos dejar nada,

porque eso es nuestro encanto.

                          XIX

Silencio, completa calma

en los campos de mi Señor,

son motivos de deleite

en la Santa presencia

de nuestro Dios.

                          XX

Quiero terminar estos versitos

dándole la gloria a Dios,

llevando nuestros pensamientos

a los campos eternos del Señor.

José J. Agudelo G.

Septiembre de 2006.

Mi agradecimiento por anticipado para los que retransmitan estos pensamientos. Gracias, muchas gracias.