ACERCA DEL CEREBRO HUMANO

Muchas veces se relaciona la vejez con la perdida de facultades mentales. Especialistas en funcionamiento del cerebro como Tony Buzan aseguran que no tiene por que ser así. En su manual Tu Cerebro mas Joven, Buzan pone como ejemplo de longevidad intelectual a una comunidad de monjas llamada Mankato en Minnesota. Allí desde hace tiempo se interesan los investigadores del envejecimiento cerebral, ya que muchas de estas monjas superan los 90 años y también hay unas cuantas centenarias con una asombrosa agilidad mental. Marcela Zuchman, monja de esta comunidad, estuvo en la portada de la revista Life porque impartió clases hasta los 97 años. Otra monja, Mary Ester Boor se retiro de su trabajo a los 99 años. El profesor David Snowdon de la universidad de Kentucky investigó el por que entre estas monjas hay un bajo índice de demencia senil. La respuesta es que las monjas de Mankato hacen todo lo posible para mantener la mente ocupada en su vida cotidiana. Ellas compiten en cursos, leen, escriben, enseñan, dirigen seminarios, resuelven crucigramas, y mantienen debates. Según Snowdon el estimulo diario revitaliza los colectores del cerebro que tienden a atrofiarse con la edad haciendo que se ramifiquen y creen nuevos vínculos. Esta regla también se aplica al rendimiento del cerebro, según los neurólogos. Cuando mantenemos el cerebro ocupado a través de la lectura, la escritura, la creación artística, o cualquier otra cosa, entonces aumenta la llamada memoria automática que es la que nos permite hacer cosas sin pensar en ellas. Un caso son los ajedrecistas quienes en los primeros momentos de la partida mueven sus piezas sin tener que cavilar. Otro ejemplo es el pianista de gran nivel quien interpreta una completa partitura  mientras habla con alguien; su esfuerzo y constancia le han procurado un seguro de vida para sus facultades intelectuales que operan incluso sin que intervenga la conciencia. He aquí algunos ejemplos de que la agilidad mental no esta reñida con la edad: Miguel Ángel dio a luz sus mejores obras de 89 años. El escritor José Saramago sostuvo hasta los 87 años una envidiable actitud literaria. Y yo podría mencionarles una lista de grandes personajes que a edad avanzada hicieron o están haciendo grandes cosas. Tengo un ejemplo muy cerca de mí, el de mi esposo José J. Agudelo quien de casi 95 años se encuentra escribiendo un Mensaje semanal para este Blog, Alcanzando el Cielo. ¿Cuál es su secreto? No hay ningún secreto, esta al alcance de todos y se llama JESUCRISTO. Es por El y solo por El que nos conservamos lucidos mentalmente. ¿Quieres recibir a JESUS en tu corazon?                                                                                        

Con amor,

                    María F. Agudelo

                    04/02/12