¿Porqué los conflictos? Todos sabemos que el principal culpable de todo conflicto es el dinero. Quién lo creyera, pero este metal tiene tal poderío en esta tierra que divide familias, separa esposos, quiebra empresas, estresa las personas, y controla el mundo de tan gran manera que éste gira alrededor de él, ocasionando guerras, dolor y muerte. Es por esto que el Señor Jesucristo dijo a un joven rico (Evangelio según San Lucas Capítulo 18 versos 18 al 22): Si has cumplido todos los mandamientos, sólo te falta vender todo lo que tienes y repartirlo a los pobres. Entonces el joven se fue muy triste porque tenía mucho dinero. No se nos olvide que este metal tiene mucha influencia en las personas porque con él suplimos todas nuestras necesidades físicas y materiales; pero creo que hay otras necesidades mucho más importantes como la salud del Espíritu o sea la comunión con nuestro Dios, la salud mental, y por supuesto la salud del cuerpo, siendo así que si en algún momento perdemos una de estas, no hay ningún dinero que la pueda recuperar. Es por esto que quisiera que toda la gente del mundo se diera cuenta que hay muchas cosas mejores por las cuales luchar y que el amor al dinero es infundido por Satanás, el espíritu maligno, que es feliz separando, destruyendo y matando. No debemos hacerle caso a este espíritu malo sino que debemos pedirle ayuda al Espíritu Santo que es nuestro consolador. El antídoto para este mal sería luchar por cosas bonitas como la justicia, el amor, la sinceridad, el perdón, la entrega, el compromiso y la tolerancia. Me dirán: Esto es muy difícil. Les respondo: No tanto. Basta con buscar a Dios en todos los momentos de nuestra vida, y además tener buena comunicación los unos con los otros, siendo esto demasiado importante, porque la revelación de tus sentimientos es el principio de tu sanidad; así que no escondas tu dolor ya que todos somos imperfectos y vulnerables. Otro factor que nos ayudaría mucho es el diálogo. Tengamos en cuenta que dialogar no es gritar ni mucho menos acalorarnos, creyendo que entre más grito más razón tengo. Dialogar es exponer uno y otro sus opiniones hasta llegar a un acuerdo, quedando todos favorecidos. También es muy importante saber escuchar, es decir, antes de lanzar alguna opinión sobre nuestro prójimo tenemos que estar seguros de haber escuchado muy bien lo que nos dijeron. Luego debemos servirnos los unos a los otros, no sólo porque es mandato de Dios, sino porque si piensas que eres demasiado importante para ayudar a alguien, te engañas, ya que lo que te hace fuerte es reconocer que eres débil.
Con amor: para mí familia y todos los que quieran leerlo y compartirlo. M. Fanny Agudelo Abril 27 del 2008.
No comments:
Post a Comment